El pasado 2 de junio se hizo una votación entre los parlamentarios para saber cuál era la decisión final. La votación resultó favorable para la propuesta con 331 votos entre 650 posibles. Por supuesto, todos los líderes de los partidos más importantes estaban de acuerdo con esta iniciativa.
Este suceso me ha impresionado pero no para bien. En mi opinión, la votación demostró que no había un deseo real de cambiar el nombre ya que los votos a favor eran poco más de la mitad de los 650 votos. Además, era casi imposible que los líderes de los partidos se negarán a hacer un homenaje a su propia reina ya que quedarían en muy mal lugar ante la monarquía. Ese nombre no debería haber sido cambiado y pienso que, excepto las personas de poder y cercanos a la monarquía, todos las demás personas seguirán llamándolo por su verdadero nombre, Big Ben.
1 comentario:
Me parece muy interezante los temas que tratais animo y seguir asi.
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